domingo, 7 de noviembre de 2010

IV. Merce Rodoreda y Joan Sales, su correspondencia


Estos últimos días en Basilea y Ginebra varias exposiciones: Andy Warhol en el Künstmuseum y descubrir en otra a un grabador magnífico considerado como uno de los primeros impresionistas alemanes Lovis Corinth. Y luego la expo estrella de la Fundación Beyeler: Viena 1900, Klimt, Schiele y su tiemp (Oskar Kokoschka, Arnold Schönberg, la Wiener Werkstätte, etc...), donde si hubiera tenido que llevarme algo a parte de los paisajes de Klimt, hubiera robado los retratos a lapiz de mujeres de Klimt y Schiele.

Pero también sin ordenador ni televisión, y algunas horas de avión y tren sirvieron para seguir con mi correspondencia favorita Merce Rodoreda y Joan Sales, a la que añadí un libro que he vuelto a releer, que es la correspondencia entre Rene Crevel (autor relacionado con los surrealistas) y Mopsa. Al igual que la correspondencia anterior solo se han conservado las cartas de el a ella y no al contrario.

Siguiendo la correspondencia de Sales y Rodoreda, ahora ya he pasado el ecuador del libro voy por la pagina 584, estoy en los años 70, las discusiones han amainado por que ambos ya se conocen y Sales maneja a la autora con suficiente mano izquierda. A estas alturas la Plaça ha sido editada en diversos idiomas, en catalán han impreso la décima edición, y ya se han editado El Carrer de les Camelies, Aloma... y estamos en Mirall Trencat

Entre tanto Sales nos va haciendo un retrato preciso del mundo editorial catalán, sus necesidades, sus agobios, como va como loco para que a Rodoreda la reconozcan y la necesidad de los premios literarios que no solo le proporcionarán reconocimiento sino también porque son una entrada de dinero del que como no están todos necesitados. Los diferentes movimientos editoriales, y coincidencias Sales le explica a la escritora como su distribuidora ha hecho suspensión de pagos, cierra y lo ha enganchado con mas de un millón de pesetas de la época. Esto hace que su producción se quede estancado un año!!! No pueden editar ni un libro, y salen adelante gracias a las ventas de los libros (que ya las querría yo para mi). 
Este problema se le vuelve a repetir más adelante con el nuevo distribuidor y vuelve a cambiar y después de desechar a Seix Barral acaba siendo distribuido por L'Arc de Berà (quien lo habría dicho, el mismo distribuidor que ha estado a punto de mandarme al garete).

También hay referencias a las diferentes ediciones en francés inglés, italiano, que no dan el mismo resultado que en catalán y castellano.Y nos enteramos de los diferentes problemas de Merce Rodoreda con su hijo por temas de herencia, ya que Sales hace de mediador. 

En esta época la autora casi está instalada en Catalunya. Armand Obiols, del que estaba separada ya que este vivía en Viena, muere y Rodoreda pierde una figura importante, a la que recurría para aconsejarse literariamente. 

Y en el fondo el papel de consejero literario lo va asumiendo Sales, aunque también hay cierta competencia entre ellos como autores. Sales ya no solo es editor sino también el autor de un libro tan bueno como Incerta Glòria. Y es inscrito en esta nueva relación que Sales aconseja a Rodoreda que añada un capítulo a Mirall Trencat, y cosa rara Rodoreda no discute, lo acepta y lo hace.

Por último hacer mención muy positiva de los textos que encabezan los años que van transcurriendo, han sido escritos por la editora, que asume la responsabilidad de la edición, Montserrat Casals. Son unos textos que enmarcan las cartas, que seguidamente leemos, haciéndonos un resumen de todo aquello que sucede en el año no solo referido directamente a la correspondencia, sino a aquellos acontecimientos importantes que han acontecido.

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